lunes, 30 de mayo de 2011

No se puede creer todo!

Pero bueno, ah!!!!????
Todavía estoy dando explicaciones a raíz del artículo que apareció en Primera Hora donde dice que yo voy a trabajar en Tu Mañana, de Univisión. Amistades que me llaman y me dicen: “Te lo tenías bien calladito”. O mi hermano, MI HERMANO, que me preguntó cuándo firmaba contrato. Y peor aún, el VP del canal donde mantengo un part-time, me felicitó! Todavía es que me quedo sin la soga y sin la cabra!
Sigue siendo inexplicable para mí. Y digo sigue porque no es la primera vez que me ocurre. Es más, pasa mucho. Lo que no puedo entender, y ODIO, es que mis amigos de la prensa no me crean cuando les digo que a mí nadie me ha llamado.
Pero como buena averiguá que soy, con bachillerato en comunicaciones, además, investigué.
Todo surgió de una reunión privada de producción donde mi nombre salió a relucir. Y qué bueno! Piensan en mí, me consideran! Pero de ahí a que eso ya esté planchado, va un larguísimo trecho. Y me preocupa. Me pone en una posición difícil con quien trabajo y podría hasta “cancelar” la posibilidad de otra oportunidad.
Menos mal que LaChavesCarbia está en Twitter, Facebook y todo lo que aparezca!
Como les he comentado anteriormente, es por estos medios que sabrán lo que tengo entre manos. Yo les diré por donde me estoy moviendo, qué me gustaría hacer y qué no, aceptaré sugerencias y escucharé los que ustedes quieren ver.
No me voy a quedar cruzada de brazos. Tengo una propuesta excelente, con una producción maravillosa y estoy lista!
El que me vuelva a preguntar le voy a decir: “Ay mira, NO CHAVES!”

miércoles, 25 de mayo de 2011


Uyyyy! Qué muchas cosas están pasando!
A mí sobre todo. Claro, llevo una rachita mona. Por eso no me importó el anuncio de que el mundo se acababa el pasado 21 de mayo, que por cierto ahora resulta que lo pospusieron para octubre. Es que creo que cuando llegue a la gran puerta, San Pedro me dirá: “Dale pasa, tienes puntos demás!” 
Lo que pasa es que no me da la gana de irme ni ahora ni en octubre, aún con todo lo que me está pasando. Porque mal que bien, cuando hago un análisis de lo que le está pasando a todo el mundo, veo que no la estoy pasando tan mal.
Esto comenzó hace ya dos años y estoy en serio. Bien en serio. Mi vida ha ido cambiando a golpes, pero en estos tiempos estoy haciendo lo que precisamente me he propuesto. Estoy, como les he dicho anteriormente, dejándome ir. Me estoy permitiendo ser yo tal cual, expresarme, gritar, vivir. Los golpes que cogí me dan licencia para ello y eso me hace feliz. Ya era hora, ¿no?.
De las primeras cosas que acepté hacer fue Cuarentaytantos….Las lecturas. Son los textos de Uka Green, mi amiga, que sin ninguna pena cuentan lo que a tod@s nos pasa. Son además esas palabras que tod@s quisiéramos decir o gritar y no nos atrevemos.
Pues yo me atreví. Con mucho respeto. Dejé claro desde un principio que no soy actriz (esa profesión la respeto muchísimo) y que odio los ensayos. Que leería como si fuera Uka misma.
Y he gozado como no tienen idea. Los “ensayitos” duraban cinco horas entre lecturas, risas, llantos, consejos, chismes, comida, refrigerios y consejos. 
Acercándose la fecha, comenzaron los problemillas…a Uka le dieron “taqui-carbias”, a mi me hospitalizaron, a Marilyn le dio asma, y a la productora se le multiplicó el instinto maternal de cuidarnos a todas, porque claro, no le quedaba otra!
También, perdí el carro. Sí, fue pérdida total. Aún sí, no perdí la ilusión de presentarme ante un público que hacía tiempo no veía. Sentí miedo, pero también sentí una gran fuerza interior. Temblé como una hoja minutos antes de salir a escena. Me hice la “machota” ante mis compañeras e intenté calmarlas... ¡yo a ellas!
Cuando llegó mi turno de salir a escena patié el piso, como hacía mi mamá. Me paré en aquel escenario y miré a todos los que llenaban la sala de Punto Fijo. Y me tiré de pecho, como si fuera una enorme piscina. Estaba segura de que alguien me iba a recibir con los brazos abiertos. Era mi momento. El momento de presentarme como soy, como si estuviera esnuíta, sola, sin límites, ni sombras.
Y ese instante fue único. Me recibieron con los brazos abiertos. Sentí paz y gozo.
Esta vaina me encanta. Esto de ser yo me ha abierto un mar de posibilidades grande, muy grande. Lo que por tantos años he trabajado, ha rendido fruto. Me di cuenta de que en realidad, todos saben cómo soy, aunque ahora me escuchen decir malas palabras, me vean llorar en público, morisquetear a diestra y siniestra, lo que sea.
El mundo no se puede acabar. Tengo mucho por hacer. Hay nuevas fechas pautadas para Cuarentaytantos…Las lecturas, tengo a mi hija que pronto va a la universidad y tengo miles de ideas para producir. Además, tengo corriendo una propuesta para un programa de tv.

Resulta que desde hace unos meses para acá la misma productora de Cuarentaytantos… Las lecturas, ha estado trabajando un proyecto televisivo para mí. Por lo que se escucha por ahí, parece que existen grandes posibilidades de que se nos de. No se imaginan la emoción que siento y el rush de adrenalina que me corre por el sistema el nada mas pensar que vuelvo a tener ese contacto con el público que añoro pero esta vez será como yo, tal cual.

Tengo es un grupete de cómplices a mi alrededor que me empujan y me motivan a cada instante. Por ellos y con ellos, es que vivo, sueño y soy feliz.
Sé mi cómplice tú también en este espacio, nuestro espacio. Mi blog, mi bitácora y nuestro foro. Este un espacio entre ustedes y yo. Donde podemos decirnos todo y hablar de todo. Les aseguro que a través de éste, nuestro espacio, les mantendré al tanto de lo que va sucediendo con este proyecto de tv y compartiremos otras cosas más.
¡Así que sígueme por aquí! Y háblame, que estamos juntos en esto…
Por eso a mí, ¡que no me busquen todavía!

domingo, 1 de mayo de 2011

Por Robi

Qué rollo se ha formado con la decisión de Robi “Draco” Rosa  de tratar su cáncer con medicina alternativa. Y lo puedo entender perfectamente.
Soy sobreviviente de cáncer hace 26 años. Un cáncer cervical bien agresivo que en aquel entonces, implicaba que te sacaran TODO!
Yo tenía y tengo unos deseos inmensos de vivir, de hacer miles de cosas que me quedan por hacer y esa actitud, me llevó a buscar todas las alternativas posibles.
Es cierto que lo primero que hice fue buscar la ayuda de la medicina tradicional. Aquí encontré esa ayuda, pero me pareció radical. Necesitaba expertos y me di a la tarea de buscar y buscar. Hace 26 años no tenía esta vaina de la internet, pero me moví por todas partes preguntando. Me fui a Nueva York con mucho sacrificio económico pero con toda la fe del mundo. Allá me recibieron y me ofrecieron todas las alternativas, ninguna de ellas implicaba que me sacaran TODO. Fueron además, muy receptivos a que yo hiciera otras cosas. Entonces se estaba dando una apertura hacia la combinación de la medicina tradicional y la alternativa.
Y me tiré de pecho. Primero quise conocer cada detalle de mi condición, qué me hacían y porqué. Qué pasaría y cómo. Me aprendí mi record médico y leí todo lo que encontré sobre mi cáncer. Mi médico y yo éramos cómplices en la búsqueda de mi sanación.
Fui a una naturista famosa. Me recomendó enemas de café y cataplasmas de barro. Opté por las cataplasmas. El café me lo tomaba.
Una amiga me trajo información sobre unas pastillas de la corteza de una árbol de Brasil para fortalecer el sistema inmunológico y me las tomé.
Fui a misas de sanación, donde cientos de personas desconocidas oraron y colocaron sus manos sobre mi vientre para que sanara.
Me trajeron galones de agua bendita de no recuerdo dónde. Me la bebía todos los días.
Igual, todos los días hacía visualizaciones. Veía en mi mente como día a día, mi cáncer desaparecía. Mi mente viajaba mucho.
Me di licencia para reír y llorar todo lo que me daba la gana. Y sentía un alivio en el alma maravilloso.
Recé. Recé un montón. Rogué! Así también lo hizo todo un pueblo por mí, gente desconocida para mí pero que me veían por televisión.
Mi médico en NY me propuso un tratamiento experimental y me lancé como conejillo de indias.
Un día de otoño regresé a Nueva York. No se encontró nada. Cinco médicos “metieron la cuchara” y optaron por meterme en sala, pues no se explicaban cómo.
Y les conté todo lo que hice. Y me felicitaron.
Hoy ese hospital cuenta con departamentos de medicina alternativa que complementan los tratamientos más avanzados para la enfermedad. No sólo para los pacientes, sino para los familiares también, porque ellos sufren tanto como uno.
Hay que tener fe. Hay que querer vivir. Hay que buscar. Hay que hacer de todo.
Eso hice yo. Draco encontrará su ruta. Apoyémoslo aunque no creamos que sea la mejor decisión.
Pienso que él tiene más de mil razones para luchar.
Si quiere, aquí estoy para empujarlo en su dura lucha.
Por